El entrenador de Peñarol, Mauricio Larriera, prestó declaraciones tras la victoria clásica por 1-0 ante Nacional en el Campeón del Siglo, donde marcó la felicidad por lo que significa el mismo, pero consciente de que el arranque no fue bueno en el Apertura y

«Estamos felices por la victoria clásica, que forma parte de un campeonato aparte, dentro del que se está jugando, pero consciente de que el arranque con cuatro puntos logrados no fue bueno. Soy autocrítico y sincericida. Los indicadores me dan muy bien, se entrena, hay armonía y nada indica que las cosas tengan que salir mal. En el fútbol no siempre gana el más poderoso», destacó.

Respecto a porque entiende se ganó el encuentro, fue debido a que «el equipo fue pragmático, sin mostrar el volumen de otros partidos donde el resultado no fue el esperado. Pero como no puedo esperar a que la justicia esté de mi lado, la entrega hasta el final de los muchachos, ganando a lo Peñarol. Para los que reprochan el estilo hoy se dio una muestra de carácter».

Tras finalizar la primera parte donde el equipo se quedó con 10 hombres por expulsión de Pablo Cepellini, señaló que «este tipo de partidos no se juega con el corazón sino con las víceras pero también con la cabeza fría. Reordenamos el sistema para el segundo tiempo. Los extremos hicieron tremendo desgaste y durante la semana, si bien no lo trabajé, pensé en línea de cinco si ellos nos ponían dos puntas como ocurrió cuando ingresó Gigliotti».

Sobre la inclusión de Ramón Arias, quien tuvo Covid en la semana, Larriera marcó que «es un jugador que hace un año estoy detrás de él. Está muy bien en el grupo, la línea de cuatro es nueva y la decisión de que jugara estaba tomada desde que él mencionó que probablemente había jugado con el bicho (ante Albion). Hay cosas que no me generan dudas y Cachila es una de ellas. Si no llegaba estaba Elizalde, que se está mandando un campeonato bárbaro y un chico por el cual fuimos criticados cuando se lo trajo. En ese sentido somos ácidos».