Cada año se podrían evitar 2,5 millones de muertes en el mundo si el consumo de sal llegara al nivel recomendado.

Desde el 14 al 20 de marzo se desarrolla la “Semana mundial de sensibilización de la sal” propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para hacer una “llamado a los consumidores para: parar, observar, elegir…la opción con menos sal”. Según la encuesta de gastos e ingreso de los hogares de 2017, en Uruguay se consume en promedio un 40% más de sal que lo recomendado por la OMS, siendo la media de consumo en niños de dos gramos diarios.

La OMS estima que cada año se podrían evitar 2,5 millones de muertes en el mundo si el consumo de sal llegara al nivel recomendado – no más de 5 gramos por día, lo que equivale a una cucharadita de té, que en sodio son 2000 mg-; según datos brindados por el programa de Nutrición en nuestro país el 30% de los adultos de entre 15 y 64 años y el 7.8% de los niños de 10 a 13 años padecen hipertensión arterial.

El cloruro de sodio, más conocido como sal de mesa, se ha usado desde tiempos inmemoriales en la elaboración de alimentos y el comercio.Es así que llega hasta nuestros días como una forma de condimentar y conservar los alimentos, pero su consumo se ha venido incrementando en cantidades excesivas y asociándose a distintas enfermedades.

El alto consumo de sal se asocia a un mayor riesgo de desarrollar hipertensión arterial, problemas en el corazón como insuficiencia cardíaca e infartos, ataques cerebrovasculares, daño en los riñones que llevan a la insuficiencia renal e incluso la posibilidad de presentar cáncer gástrico y osteoporosis.

El aumento del uso de la sal se observa tanto en el consumo de productos ultraprocesados como de comidas elaboradas fuera y dentro del hogar. Es importante destacar que cuando se utilizan productos ultraprocesados para la elaboración de comida casera esos productos aportan sal que es difícil de cuantificar y es por eso que se le llama “sal oculta”.

La “Guía alimentaria para la población uruguaya” creada por el MSP plantea el uso de pequeñas cantidades de sal para realzar el sabor de los alimentos e invita a utilizar también otros elementos como limón, cebolla, puerro, ajo, orégano, laurel, perejil, pimienta, cilantro, hierbas aromáticas, aceites, vinagres y cualquier otro condimento natural.

Otra de las estrategias impulsadas por el MSP para el control de consumo de sal es la medida práctica del rotulado frontal de alimentos para que la población pueda identificar con más facilidad aquellos con exceso de sal. Por otro lado, se iniciará una nueva etapa de la estrategia: “menos sal, más salud” en la cual se buscará reducir el aporte de sodio en el pan.

En coordinación con el LATU se está elaborando una guía para el rotulado frontal y la reformulación de alimentos para medianas y pequeñas empresas con el objetivo de brindar herramientas para la reducción de nutrientes críticos como es el sodio.

La implementación de estas estrategias tiene como principal objetivo contribuir a disminuir el consumo de sodio en nuestra población y de esa forma, prevenir una de las principales causas de morbimortalidad en los uruguayos como son las enfermedades cardiovasculares.

 

Foto: saludconlupa.com