Por Antonio Ladra.

Este domingo se conoció una encuesta de la consultora Cifra, que divulgó en Telemundo, donde, después de mucho tiempo, 10 años, la inseguridad dejó de ser el principal problema de que preocupa a los uruguayos y en cambio ahora lo son los aspectos económicos y sociales, esto es, la inflación, los sueldos y la pobreza.

Según el relevamiento, realizado a 1.006 personas entre el 11 y 20 de marzo, un 22 % de los encuestados ve esas tres áreas del país como un punto crucial de preocupación.

Para un 19 % de uruguayos, la inseguridad es lo más inquietante, mientras que un 15 % considera que la situación económica es el principal problema. Al tener en cuenta también la falta de trabajo, que preocupa al 13 % de los entrevistados, en total los aspectos económicos significan un problema para la mitad de la población.

La palabra inflación, la carestía ocupa un lugar predominante en la conversación cotidiana.

Es que todo está mucho más caro y es cada vez más difícil cargar el carrito en el super, y es más caro echar nafta. Y claro con la inflación, asociada, viene la pobreza.

Ya como producto o impacto directo de la pandemia se puede constatar que hay cada vez más gente viviendo en las calles, gente que se ha caído del sistema, que apenas se le ha dado un pequeño golpecito, desbarrancó.

No son solamente personas con problemas de adicciones y de relacionamiento los que circulan y viven en las calles. Ahora hay gente que ha estado socializada, que tiene cierta formación y que han perdido lo poco que tenían.

Dos casos:

  1. Un cuidacoche en la cuadra del Ministerio de Economía. Se me presentó y muy correctamente me dijo que lo iba a ver trabajando en esa cuadra. Se puso a disposición, pero me advirtió que era transitorio, que estaba haciendo eso para salir del paso.

  2. Un joven arregla su cama a la intemperie en la puerta del teatro Odeón, atrás del Banco Central. Me dijo que hace 15 días que está ahí donde duerme y para procurar alimentación, acuña un nuevo verbo: “volqueteo”. Estaba privado de libertad por rapiña. Quedó libre, tras cumplir la condena, pero sigue pagando por ese delito: nadie me da trabajo, me dice.

Lo que expresa la encuesta Cifra se ve y se palpa en la calle, en la realidad, en el día a día.

Uruguay no está solo en este escenario inflacionario. Un informe sobre el riesgo político en América latina hecho por la Universidad Católica en Santiago de Chile sostiene que “Argentina, Brasil, México, Perú y Chile enfrentan la mayor inflación en diez años, afectando entre otros a los alimentos y servicios básicos, lo que constituye una nueva fuente de malestar social”.

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Tras el fuerte aumento del gasto público durante la pandemia, “los gobiernos se verán forzados a reducir las ayudas sociales y a introducir reformas fiscales de carácter impopular. Ello puede disparar más protestas”, advierte el informe.

Si los gobiernos latinoamericanos optan por “militarizar esos escenarios, podrían incrementarse los enfrentamientos violentos poniendo en serio riesgo (…) la estabilidad de la democracia”.

Uruguay no está en ese listado, es cierto, pero hay que abrir los ojos.

El gobierno ha promovido algunas medidas y se verá si son adecuadas y si alcanzan. Para combatir, la inflación y todas sus consecuencias hay soluciones técnicas.

También soluciones políticas y esta línea hay que decidir, básicamente, quién paga los platos rotos y cómo se reparten ese pago. Muchos uruguayos ya lo están pagando.

Escuche la columna completa de Antonio Ladra, aquí: 

Foto: captura del informe «Riesgo Político de América Latina