Por Darío Andrioli, Director de CARLE & ANDRIOLI Contadores Públicos.

Este cambio de estrategia para atender el nivel ascendente de precios por presiones externas (y su consecuente baja de salarios reales), sorprendió bastante a diferentes actores: empresarios, expertos, oposición e incluso a algunos sectores de la coalición. Recordemos que en la semana previa a Turismo el Ministro de Trabajo había expresado dudas para poder negociar recuperación salarial este año.

Por otra parte las propuestas de diferentes sectores apuntaban más a una rebaja de precios dela canasta básica o acuerdos de precios para moderar la inflación. Ahora con esta estrategia se apunta más a recuperar los ingresos de las personas (trabajadores y jubilados) que han acumulado caídas en los dos últimos años.

En 2020 y 2021: salarios públicos 2.3% y salarios privados 3.7% promedio, mientras que las jubilaciones y pensiones un 3.2%. Además en el primer trimestre el incremento de precios al consumo ya llegó a 4.5%.

Las medidas conocidas el lunes buscan recuperar una parte de la baja del poder de compra observado en los últimos tiempos. Se trata de adelantos a cuenta de futuros aumentos, a partir del mes de julio para salarios públicos y jubilaciones.

En el caso de los sueldos públicos será de 2% y para jubilaciones y pensiones 3%.

Respecto a los salarios privados algunos grupos preveían ya correctivos por inflación para este año y otra parte (40%) recién lo preveía para mediados de 2023. A estos grupos es que se dirige la sugerencia del Gobierno a renegociar para adelantar esa corrección. Y en este sentido se convocó al Consejo Superior Tripartito para unas casi 90 mesas de negociación (representan unos 300.000 trabajadores) para ver si pueden acordar recuperación de salarios a partir de julio.

¿Qué impactos económicos tendrán estas medidas?

El adelanto de aumento de salarios públicos y de las pasividades en primer lugar significa mayor gasto público. Su incidencia para el segundo semestre se estima en un 0.3% del PIB. Recordemos que el déficit fiscal venía con una trayectoria descendente y a febrero era de 3.4% del producto.

Respecto a la convocatoria a renegociar salarios para adelantar correctivos por inflación inicialmente previstos para junio 2023, si bien el Gobierno considera que tendría efectos mínimos sobre la inflación, existe consenso a nivel de Cámaras empresariales y analistas que pueden aumentar precios. Depende de los acuerdos que se renegocien, pero sin dudas de darse incidirá en los costos de las empresas, en la formación de precios de bienes y servicios y en las expectativas de inflación.

Desde el mes pasado, además de moderar incrementos de combustibles, para actuar transitoriamente el alza de precios se exoneró de IVA (10%) un conjunto limitado de productos (asado de tira, pan blanco, galleta de campaña, pastas y fideos). Inicialmente era por un mes, con posibilidad de extenderse otro mes más, cosa que posiblemente ocurra.

Además se prevén medidas específicas para la población más vulnerable como aumentos de la asistencia económica en planes como tarjeta Uruguay Solidario.

Por su parte, el BCU aumentó la tasa de interés como instrumento de política monetaria para combatir la inflación. Sin dudas, una inflación de casi dos dígitos preocupa al Equipo Económico ya que lo aleja bastante de la meta rango que tenía para setiembre de 3 a 6%.

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Foto: FocoUy