El partido por la fecha 23 de la Liga Profesional de fútbol argentino entre Gimnasia y Esgrima de La Plata y Boca Juniors, se suspendió a los nueve minutos del primer tiempo, como consecuencia de incidentes a las afueras del Bosque, entre parciales del lobo y la policía.

El equipo de Hugo «el negro» Ibarra iba por recuperar la punta del campeonato, que hasta el momento, era propiedad de Atlético Tucumán. Sin embargo, la fiesta y la cancha quedaron en segundo plano.

Gases lacrimógenos, balas de goma, comenzaron a desatar el caos y hubo que lamentar situaciones graves. Un hincha de Gimnasia de 57 años, hizo un paro cardiorrespiratorio camino al hospital luego de ser afectado por la nube blanca de gases.

Mucha gente recurrió a permanecer en el campo de juego para intentar resguardarse mejor, y otros a la zona de la Facultad, para recibir atención médica. El capitán de Boca Juniors, Marcos Rojo, previo a que los jugadores se fueran a vestuarios, entregó varias botellas de agua a la gente de la tribuna y platea principal. Un camarógrafo fue alcanzado por un balazo de goma, al igual que varios hinchas que intentaron salir rápido del recinto deportivo, pero quedaron atrapados en medio de los incidentes.

El partido fue suspendido por falta de garantías y será reprogramado informó la Liga Profesional.