Se utilizó por primera vez en un partido de la liga portuguesa de fútbol femenino entre Benfica y Sporting Lisboa.  La jueza Catarina Campos sacó la tarjeta blanca a los médicos de ambos equipos por prestar ayuda a un aficionado que se sentía mal en las tribunas del estadio. 

Se usa para reconocer a los clubes por actitudes de “fair play” durante el partido. La finalidad es “mejorar el valor ético en el deporte”.  La propuesta es impulsada dentro del Plan Nacional de Ética en el Deporte de Portugal y plantea el «reconocimiento de los comportamientos correctos en el campo, aplicándose a jugadores, entrenadores y también aficionados».