El exdirector de Policía Nacional Mario Layera cuestionó las responsabilidades en relación a los encuentros entre el mafioso italiano Rocco Morabito y el narcotraficante mexicano Gerardo González Valencia en la excárcel Central. En entrevista con César Bianchi en 970 Universal, dijo que le “llama la atención” que fiscalía no tome otras declaraciones: “Falta la palabra de quienes tomaron esa determinación” del traslado, apuntó.

En ese sentido, Layera cuestionó que el entonces fiscal del caso Ricardo Lackner, solamente lo haya citado a él: “No ha consultado a ningún jerarca del Instituto Nacional de Rehabilitación ” (INR), señaló en relación al comisario general Gonzalo Larrosa quien era el director en ese momento.

Consultado sobre si le llama la atención, dice que si. “Cuando accedo al expediente es que me doy cuenta que no han sido indagadas las autoridades que deben serlo para responder a las dudas del fiscal”.

Según informó El País, Layera declaró ante el fiscal el 15 de diciembre de 2022. Ahora el caso está a cargo de la fiscal Silvia Porteiro quien tendrá que determinar si imputa a alguien más. Hasta el momento sólo fue imputado un oficial de la Guardia Republicana.

El exjerarca policial dijo que no le sorprendió ser llamado por el fiscal a declarar como indagado “porque al haber ocupado ese cargo, uno puede ser llamado. Al principio me llamó la atención que sea como indagado pero el fiscal me explicó que quería era brindarme las mayores garantías cuando declarara y por eso, debo concurrir con abogado”.

“Para mi es claro que la gestión carcelaria corresponde a unas autoridades no a mi. Y que esas preguntas quienes resolvieron esta situación de porqué se dieron esas circunstancias”. “Lo que me correspondía era la coordinación operativa y cuando fue detenido González Valencia y fue llevado ante el Poder Judicial, es decir, participaron unidades que dependían de mi”.

Layera explicó que “en determinado momento estuvo sometido a la justicia uruguaya por delitos tratados aquí y alojado en Santiago Vázquez. Estuvo en un módulo creado especialmente de extrema seguridad, pero después se detecta un incidente que determina que había una intención de González Valencia de corromper a sus custodias y se tomó la determinación del gabinete de gestión carcelaria de trasladarlo a donde estuviera mayor aislamiento y nivel de custodia y va a la Guardia Republicana”.

“Como no existe una cárcel que revista todo, se lo lleva a la Guardia Republicana y se lo aloja con el suegro. Durante ese período es que solicita para tener mayor privacidad al Instituto Nacional de Rehabilitación para tener visitas conyugales. Había denuncias en derechos humanos por tratos no dignos”.

“Se accede a otorgarle visitas conyugales en el único lugar que podía hacerlo y comienza a ser trasladado a Cárcel Central. Se fijó un protocolo de seguridad porque era de altísimo riesgo. En ese momento Morabito no había sido detenido y por tanto, no surgió un tema de preocupación”. “Cuando se resolvió el traslado si estuve al tanto, si hubiera surgido un problema también, pero nunca se me comunicó un problema hasta la fuga de Morabito”.

“Cuando fue detenido Morabito, lo mismo que pasó con González Valencia, desde ese momento, los detenidos administrativos y con fines de extradición no pueden estar con privados de libertad comunes. El lugar donde iban esos detenidos era la llamadas Cárcel Central”.

El exdirector de la Policía agregó que “en una primera instancia estaban separados pero sonaron las alarmas cuando Morabito pidió ser trasladado con González Valencia. Contesté que no podían estar juntos y menos en la Guardia Republicana porque elevaban los niveles de riesgo pero el que toma la decisión es el ministro y manifiesta que no se junten en el mismo alojamiento. Surge información de posible fuga, de irregularidades dentro de Cárcel Central y se abre investigación”.

“Se me planteó como una situación de derechos humanos que no había una forma de solucionarla que no fuera en Cárcel Central. Cuando una persona de estas características pide cosas, salidas, ir al médico, suenan alarmas y hay elementos de investigaciones que están en alerta pero lo que no surgió son contactos, pero va más allá de que se encontraran”, señaló.

Tras ser criticado por decir que las visitas entre los mafiosos eran “responsabilidad” del entonces ministro del Interior, Eduardo Bonomi, Layera señaló: “Me dolió muchísimo la muerte (de Bonomi) y que digan que lo estoy acusando de un hecho de corrupción, estoy diciendo estos hechos de corrupción, ¿está mal?”, cuestionó.

Consultado sobre si Jorge Vázquez tiene responsabilidad dijo: “No se. Es una decisión personal que tiene que tomar él”. “No se si las demás autoridades van a declarar, yo declaro mi verdad. (Vázquez) tiene responsabilidad en el hecho por el cargo que ocupó como yo y como todos”.

La entrevista completa: