En su segunda presentación en el máximo torneo continental de clubes, Liverpool cayó 2 a 0 en Guayaquil ante Independiente del Valle.
Los goles del elenco ecuatoriano fueron anotados por Junior Sornoza (figura) a los 27′ y Alan Minda los 67′, que recién había ingresado a la cancha.
Lo mejor que se llevó el negriazul fue sin dudas el resultado, que no refleja lo que se vio en absoluto en el estadio Banco Guayaquil. Las diferencias entre un equipo y otro fueron notables.
Se enfrentaron dos equipos que tienen en común que en sus respectivos países han crecido mucho, sin embargo en lo internacional no hay equivalencias.
Una vez más se notó muy claramente que los equipos uruguayos, incluído Liverpool, juegan con dos marchas menos. No solo hablamos de velocidad física, sino también mental. La competencia en una liga mediocre nos juega en contra.
El equipo de Belvedere no logró sostener la pelota por un par de minutos, dejó huecos enormes en defensa, no hizo pie en el medio y en ofensiva no generó peligro.
De no ser por Sebastián Britos, que tuvo grandes intervenciones, el resultado hubiese sido bastante más abultado. Gastón Martirena tuvo algún destello positivo y poco más para rescatar.
Es justo y necesario decir que Jorge Bava viene lidiando con el tema lesiones desde que empezó la temporada. Tiene bajas muy sensibles y el equipo las siente.
Los rayados del Valle habían perdido ante Argentinos Juniors en su debut copero, aún así son los vigentes campeones de la Recopa Sudamericana y lideran en el campeonato local.
Se ve muy nitidamente que es un equipo trabajado, con movimientos automatizados y algunos nombres más que interesantes. Tan rico es el plantel que hoy esperaron en el banco Faravelli y Moreno Martins.
Otro baño de realidad para nuestro fútbol, que esperemos en algún momento despierte y se cuenta que vamos por el camino equivocado.
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