Los animales no reconocen fronteras políticas y ante ello, la posición de Uruguay en el mundo, nos privilegia. Uruguay se encuentra en una encrucijada biogeográfica, ya que distintas provincias biogeográficas terminan en nuestro territorio, lo que junto al cambio climático, explican la presencia y la llegada de nuevas especies.

Desde hace años se han ido reportando registros ocasionales de monos aulladores. Quizás eran ejemplares errantes, de esos que llegan cada tanto, sobre todo machos, cuando son expulsados de otros grupos o cuando buscan conquistar nuevos territorios. Otros tantos “liberados” tras encontrarse en situaciones de cautiverio por mascotismo. 

Los monos aulladores se caracterizan por emitir sonidos que son escuchados por varios kilómetros. Las hembras son color amarillo-dorado (al igual que las crías en sus primeras etapas) y los machos color negro. Se trata de una especie arborícola, por lo cual la presencia de bosque es determinante para su existencia y permanencia en el territorio. 

En 2020, fue finalmente registrado una cría con un grupo familiar en el norte del país, y nuevamente este año. Eso marca un antes y un después en los registros de monos en el país, siendo que aparecen ya hembras y crías.

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