El reciente episodio de la senadora blanca y actual vicepresidente en ejercicio de la República, Graciela Bianchi respecto a sus manifestaciones sobre el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) motivaron un terremoto político que finalizó con un pedido de disculpas del canciller Bustillo al embajador de España en Uruguay.

Ya en ejercicio, tras el viaje de la Vicepresidenta, Beatriz Argimón a Madrid, la senadora blanca salió al cruce de un tweet escrito por el exfiscal de Corte, Jorge Díaz sobre el resultado de las elecciones en España.

Otro de los recordados casos donde Uruguay tuvo que emitir un pedido de disculpas a un gobierno extranajero, fue en el año 2001. Por ese entonces el gobierno era presidido por el Partido Colorado, y el presidente en ejercicio era Jorge Batlle. 

Luego de finalizada una entrevista televisiva a la cadena Bloomberg, las cámaras siguieron grabando y el mandatario uruguayo dijo: “Los argentinos son una manga de ladrones, del primero hasta el último”. Luego de esas declaraciones y una vez que la polémica se desató, Batlle se comunicó directamente con su homólogo Eduardo Duhalde presidente de Argentina en esa época para emitir disculpas. 

En otro recordado episodio diplomático ocurrido en 2011, José Mujica pidió disculpas públicas mediante una carta al gobierno de Haití y al mandatario de ese momento Michel Joseph Martelly. El motivo de las disculpas fue producto de una violación a un joven haitiano por parte de integrantes de Misiones de Paz uruguayos que estaban en la isla para realizar tareas humanitarias.

“Vengo en mala hora a pedirle a usted y al querido y heroico pueblo de Haití las debidas disculpas ante el atropello que algunos soldados de mi país han perpetrado contra el Señor Jhony Biulisseteth y, como usted ha dicho, ‘contra la conciencia nacional del pueblo haitiano’,” escribió Mujica en una carta.

En el año 2013 Mujica protagonizó un episodio diplomático con el gobierno argentino.  «Esta vieja es peor que el tuerto», dijo el ahora expresidente en relación a la mandataria Cristina Fernández y la comparó con su marido fallecido, el también expresidente Nestor Kirchner, sin fijarse en que los micrófonos graban. El episodio ocurrió en Sarandí Grande, Florida. Mientras esperaba comenzar el acto.