Se trata de hombres de la iglesia de cuatro diócesis, acusados de abuso sexual o conducta inapropiada hacia menores de edad. Otras decenas de sacerdotes también acusados ya murieron.

El abuso sexual de menores por parte de miembros de las cuatro diócesis católicas romanas de Missouri ha sido un escándalo de largo alcance y sostenido», dijo Schmitt, el fiscal de más alto nivel de ese estado, tras un año de investigación.

«Durante décadas, frente a informes creíbles de abusos, la iglesia se negó a reconocer a las víctimas y en su lugar centró sus esfuerzos en proteger a los sacerdotes», denuncióo Schmitt en una conferencia de prensa.

El fiscal dijo que la investigación de registros de la diócesis en todo el estado reveló que 163 sacerdotes y otros miembros del clero habían sido acusados de abuso sexual o mala conducta contra menores.

Cerca de 80 de los acusados ya están muertos, pero el fiscal general indicó que remitirá a una docena de hombres para que sean procesados por las autoridades locales.

«La respuesta estándar a los reportes de abuso por parte de los líderes de la iglesia fue trasladar a un sacerdote ofensor por plazo corto a tratamiento y luego reasignarlo» a un nueva parroquia, dijo Schmitt.

«En estos casos, los miembros de parroquias, antiguas y nuevas, de un sacerdote ofensor no fueron notificados de la razón por la que era trasladado. En el mejor de los casos, a las víctimas se les ofrecían servicios limitados de consejería para ayudar a recuperarse del abuso», detalló el fiscal.

Un portavoz de la oficina de Schmitt dijo a The New York Times que los investigadores habían escuchado de más de 100 víctimas de abuso y habían hablado directamente con 45 víctimas o sus familias.