Presidente de OSE dijo que la morosidad del ente podría llegar a USD 10 millones en diciembre

El presidente de OSE, Raúl Montero, abordó varios de los temas que impactan en su gestión y explicó cómo afectó la pandemia de Covid-19 en la administración del organismo. La crisis económica ha golpeado duramente las cuentas de OSE, dijo en entrevista con Punto de Encuentro, la última proyección hecha «hace un tiempo» marcaba una morosidad de 300 millones de pesos y ello «está resintiendo las finanzas».

Montero informó que días atrás se emitió un aviso de deuda -no un aviso de corte, OSE no ha realizado cortes de servicios desde el inicio de la pandemia- debido a que esta morosidad «fuera de lo normal está resintiendo las financias» del ente. Si bien dijo que todavía no tiene la proyección de diciembre «seguramente si sigue al mismo ritmo puede andar en unos 10 millones de dólares, unos 400 millones de pesos». «Eso nos preocupa», manifestó.

Consultado sobre si esto se traducirá en un aumento de tarifas, el presidente de OSE no lo descartó. «Cuando uno está en la oposición le dice aumento y cuando está en el gobierno le dice ajuste. Algún porcentaje de ajuste… hay que ver la inflación», expresó. Confirmó que el tema se está tratando en la órbita de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto y si bien la tarifa depende de los estudios que haga OSE, también depende del Poder Ejecutivo. «Se está en plena conversación y vamos a colaborar en crear un valor que sea satisfactorio desde el punto de vista financiero para el organismo que sea también tolerable para los vecinos y esté coordinado con la política del gobierno nacional», explicó.

En el último tiempo se ha observado un marcado aumento de compras de piscinas. Esto preocupa en OSE puesto que «por diversos motivos» se puede llegar a «tener dificultades» con el suministro del agua, Montero afirmó que de hecho ya la están teniendo». Esta situación preocupa sobretodo en la zona de San José, Ciudad del Plata, Ciudad de la Costa, la zona de Canelones y la Costa de Oro.

«Nosotros ya iniciamos una campaña tratando de ayudar a la gente a gestionar de una forma más eficiente las piscinas. Es muy común en algunos casos que se llene la piscina y en tanto el agua pierde calidad se tire y se vuelva a llenar. Eso si se hace costumbre le va a doler al bolsillo y a nosotros nos genera un incremento de consumo diario que hace que sea difícil de asumir», explicó Montero.