La columnista de género Carolina Notalgiovanni analiza con perspectiva de género la serie colombiana «Betty La fea».

 

Betty la fea es una serie colombiana de la década de los 90´ y sobre todo en Colombia los estereotipos de belleza tiene una cultura muy arraigada en cuanto a la exigencia con respecto a las mujeres. La idea no es analizar con los lentes del 2021 una cosa que se hizo hace 25 años porque claramente respondía en mucha medida al reflejo de una época y una forma de pensar en ese momento, pero si analizarlo con mirada crítica.

 

Repasando las características de la protagonista que era Ana María Orozco tenemos a una mujer que es sumamente inteligente, economista que terminó su carrera universitaria, hizo varios postgrados después de eso que además, tiene muchos valores como persona que son valorados en la serie por sus amistades más cercanas. Es buena amiga, es una hija querida por sus padres, tiene un montón  de cualidades profesionales y como persona que hacen que sea valorable en su entorno más cercano.

 

Ella en la empresa Ecomoda ingresa para el cargo de secretaria de Armando que era el presidente de la empresa, entra con un cargo muy por debajo de lo que podían ser sus aspiraciones laborales por la formación que ella tenía. Ella hablando con su familia les dice «no puedo postularme a nada más porque esos puestos se los dan a las bonitas», todas esas cualidades que ella tiene como persona y como profesional se ven opacadas por el hecho de que ella es una persona fea en la serie. El propio presidente de la empresa la coloca a trabajar en un cuarto de archivo que está en su recoveco donde nadie la ve.

El hombre puesto en el lugar de máximo poder dirigiendo la empresa con ese fin de poder conseguir una secretaria atractiva para que sea de alguna manera, marketinero a los ojos de quienes llegan a la empresa o a la oficina del presidente. La mayor polémica está en el final donde Armando se termina enamorando y como que de alguna manera el queda como plantado como que bueno que logró ver más allá de la fealdad, cuando en realidad en la serie varias personas ya veían el interior de Betty.

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