Diego Martín Alonso Pérez de 46 años, se transformó este martes en el nuevo entrenador de la selección uruguaya con la responsabilidad de marcar el comienzo de una nueva era, al suceder en el cargo a Óscar Washington Tabárez.

Se trata del sexto técnico celeste en el siglo XXI, tras los pasajes de Alberto Pasarella, Víctor Púa, Juan Ramón Carrasco, Jorge Fossati y el maestro.

Tuvo pasaje en varios equipos como jugador, Bella Vista, Nacional, Peñarol en nuestro país, Gimnasia y Esgrima de La Plata en Argentina, Valencia, Atlético de Madrid, Racing Santander, Málaga y Murcia en España, Pumas de UNAM en México y Shangai Shenshua de China.

Como entrenador, el papal y el carbonero fueron sus primeros pasos. Entre medio de ellos Guaraní de Paraguay. Volvió a ese país para estar en Olimpia posterior a dirigir a Peñarol. Su éxito máximo lo alcanzó en Pachuca y Monterrey. No tuvo el éxito deseado en Inter Miami.

Pero más allá de su trayectoria y números, lo importante es ver su reflejo, su espejo en otros profesionales, así como su modelo de juego. Un conductor que aunque tenga poco tiempo, prefiere ello a nada. Es el caso de la competencia de selecciones, dos o tres días de trabajo para ir a disputar un cotejo.

Alonso se autodefine como un entrenador de fútbol que tuvo la suerte de jugar al fútbol. Es un convencido de la memoria de los futbolistas y para el tornado, hay jugadores de 20 años que tienen experiencia. Y ellos pueden seguir aprendiendo y escuchando a los más grandes.

Su ideología no es traer nombres o números, sino encontrar un rol en un futbolista para encastrarse con las demás piezas del equipo, al momento de ser llamado.

El 28 de enero de 2019, en entrevista con Mediotiempo de México, presto a comenzar su etapa en Rayados de Monterrey, sostuvo que «lo primero es plantearse objetivos muy claros, y segundo tratar de ajustar todos los detalles que estén a favor nuestro, buscar que ningún detalle quede librado al azar».

Observador de entrenadores como Luis Aragonés, Rafa Benítez, Hugo Sánchez, Julio Ribas, a quien él lo tilda como maestro, destaca que más allá de eso, «lo importante y lo primero es la esencia. Una copia de la Mona Lisa por más cara que sea respecto de la original no va a ser lo mismo. Uno tiene que ser auténtico, si aprender de los demás, conocer pero sin dejar de ser uno mismo».

Más cerca en el tiempo, cuando David Beckham lo contactó para llevarlo como técnico de Inter Miami para su primera experiencia en la MLS de Estados Unidos, el 15 de febrero Telemundo Deportes lo entrevistó acerca de cual fue el estilo que le pidieron para equipo.

Alonso dijo que «lo primero por lo que traen es para ganar. Ya saben quien sos, como dirigís, como juegan tus equipos. La exigencia es para nosotros. Yo requiero de un equipo con elementos para competir y si se las dan al entrenador es para conseguir ganar.

Y sobre motivaciones, arengas, esta es una del nuevo entrenador celeste en la final de la Concachampions que Monterrey tuvo ante Tigres, que finalizó con el título rayado.