Natalia Sandberg directora del Registro Nacional de Huella Genética, fue la clave para dar con la persona que hoy está detenida por ser el principal sospechoso de asesinar a Lola Chomnalez.

En una serie de laboratorios pequeños, conectados por un pasillo estrecho con el típico olor a hospital,  trabaja un grupo de cuatro mujeres bajo el liderazgo de Natalia Sandberg. 970 Noticias recorrió las instalaciones y dialogó con la especialista para entender un poco más su método utilizado por el Federal Boureau of Investigation (FBI) de Estados Unidos, pero inédito en Uruguay, el cual permitió descubrir al sospechoso del crimen de Lola Chomnalez.

Pero para entender  cómo se llega a quien hoy está detenido, vamos repasar con que elementos contaba para su investigación y por qué contaba con ellos.

Desde el año 2014  existe  un software donado por el FBI que permite comparar el perfil genético de todas las personas que fueron procesadas por algún delito, ya sea con o sin prisión. Este programa se encuentra cargado en las computadoras donde estas mujeres trabajan y que  a la vista son tan comunes y sencillas como cualquier computadora que podemos tener en el escritorio de nuestros hogares.

A diferencia de otros países o Estados donde solo se hace base de datos con autores de delitos mayores -violación, homicidio, como Argentina o Massachusetts (EEUU), en Uruguay el registro incluye a todas las personas que hayan sido formalizadas o procesadas. Este banco de información se elabora desde 2012, cuando integrantes de la Policía Científica -entre ellas Sandberg- impulsaron la ley que creó esta herramienta.

Entonces, entre 2012 y 2013 se comenzaron a recolectar las muestras genéticas de criminales mediante la obtención de mucosa,  según explicó Sandberg «se abre la boca y se raspa la mejilla» con un kit especial, en otros países se prefiere la extracción de sangre.

Con estas muestras se fue armando una base de datos con el ADN de criminales,  a la cual se le suman día a día los perfiles genéticos  de nuevas personas  que incurrieron en un delito.

Esta base de datos es fundamental, ya que a través de este software se comparan estos perfiles con los encontrados en crímenes sin resolver, con el fin de encontrar alguna coincidencia que permita dar con la persona responsable del crimen.

Caso «Lola» y una idea que marcó un precedente y  cambiará la forma de investigar crímenes en Uruguay y el mundo.

Desde que la joven argentina fuera encontrada sin vida por la Policía de Rocha en 2014, con lo único que se contaba era con rastros que señalaban el perfil genético de una persona de sexo masculino. Esas muestras de ADN fueron encontradas en elementos personales de Lola, como un monedero, una mochila y una toalla.

Tras varios años de comparar el perfil genético con la base de datos de criminales y no encontrar resultados, en julio de 2020 Natalia  sugirió a sus superiores una nueva forma de encarar la investigación. Una forma que planteaba utilizar de otra manera el software versión 7.0 donado por el F.B.I  de los Estados Unidos (actualmente se está por comenzar a utilizar la versión 11.0 en este país).

«Me tomé atribuciones ajenas a mi trabajo diario, me conmovió el caso, los padres y ese fue mi motor» dijo.  Agregó que la dificultad es «ponerle cabeza» y que se «enorgullece» de no haber bajado los brazos «a pesar de que se me cerraban puertas científicas».

La genetista planteó seguir el rastro de ADN por la «patrilínea» (línea paterna) manipulando configuraciones  dentro de las 80 mil muestras genéticas de criminales con las que actualmente se cuenta.

La idea era dar con la figura paterna de la  persona que tuvo contacto con lola y dejó su material genético en las pertenencias de la joven asesinada. Esta línea de investigación no dio resultados positivos pero lejos de bajar los brazos  volvió a idear una nueva línea de investigación.

«Lo que se me ocurrió fue buscar basándome en el principio de familiaridad» indicó y agregó que se centraría en algo «más arriesgado científicamente».»No quedaba otra o abandonamos el caso o seguimos intentado» apuntó.

Bajo ese principio de «familiaridad» indicó que con «sudor y lágrimas» continuó comparando perfiles genéticos de criminales con la evidencia correspondiente al caso. Finalmente encuentra una persona que compartía el 50% del material genético. La configuración de cromosomas aportaba otro dato, estos eran hermanos maternos.

Sandberg elevó automáticamente un informe a sus superiores recomendando identificar a la medre de la persona que había estado bajo un proceso judicial y que había dejado la muestra de su material genético dentro del registro de criminales.

Después de tantos años en los cuales se reclamaba justicia tanto en Uruguay como en Argentina y de tantos viajes de la familia para reunirse con jueces y otras autoridades,  el círculo se estaba cerrando, estaban detectados el hermano y la madre de quien posiblemente dio muerte a Chomnalez.

Pero no todo era tan fácil porque la mujer había tenido 11 hijos con distintos padres. De esos 11 hijos, tres eran mujeres y ocho hombres de los cuales algunos fueron dados en adopción.

Tras seguir el árbol genealógico de la mujer y de conseguir de manera voluntaria la muestra de ADN de sus hijos sin revelar el motivo para mantener el hermetismo de la investigación ya que ni los padres de la joven argentina estaban enterados del gran avance de la investigación.

Tras cotejar varias muestras y no encontrar el resultado esperado se dio con Leonardo David Sena, de 39 años.

Cuando fue detenido no aceptó hacerse el ADN, pero con una orden de allanamiento se procedió a incautar un cepillo de dientes y otras pertenencias. Las pruebas fueron contundentes el perfil genético de Sena coincidía en un 99, 9% con el ADN encontrado en las pertenencias de Lola Chomnalez.

Hoy las jerarquías de la Dirección de Policía Científica destacan el trabajo de esta profesional que desde hace años se forma en esta materia y que ha realizado viajes a diferentes partes del mundo para seguir perfeccionando su forma de trabajo.

Aseguran que se deberá escribir un manual para que esta nueva forma de afrontar la investigación de crímenes tenga bien sólidas las bases mediante las cuales Natalia Sandberg, logró dar con el principal sospechoso del homicidio de Lola Chomnalez .

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