El promedio que realiza la Bolsa Electrónica de Valores está en $ 39,074.

En uno de los retrocesos diarios más fuertes registrados en los últimos meses, el dólar cerró $0,40 por debajo de la marca del lunes. Esta caída pronuncia una tendencia que no es nueva y marca la desvalorización de la moneda americana en Uruguay, comportamiento que se repite en otros países.

Según el promedio que realiza la Bolsa Electrónica de Valores del dólar fondo del Banco Central del Uruguay, la cotización al cierre de este martes fue 39,074. Eso marca un descenso de 1,02% respecto al día anterior, acumulando 2,08% de pérdida de valor en lo que va del mes. Además, el fortalecimiento del peso en 2022 equivale a 12,58%. Es decir, desde el primer día hábil de 2022 el dólar bajó $5,62 en lo que va del año. En pizarras del Banco República la principal divisa cotiza a $38,00 en la compra y 40,40 en la venta.

Ganadores y perdedores

Sostenida en el tiempo, esta variación a la baja perjudica al sector exportador, que recibe menos pesos por cada dólar que obtiene vendiendo sus productos y servicios en el exterior. A su vez se encarecen los costos, como la mano de obra o la energía, que se pagan a nivel interno y, por lo tanto, en pesos, ya que necesitarán más dólares para cubrirlos. No obstante, la pandemia y la guerra han generado en los últimos meses un importante crecimiento del precio al que se venden las materias primas, por lo que buena parte del gremio agroindustrial logra compensar, al menos parcialmente, la balanza.

Por el contrario, la caída del dólar en plaza abarata la importación de bienes y servicios. Esto es, por ejemplo, el costo de los pasajes de avión o las estadías en el extranjero, ya que se necesitan menos pesos para obtener los dólares que cuestan las vacaciones, si fuera ese el motivo del viaje. También se vuelven más accesibles los productos importados, dado que los importadores también necesitarán cambiar menor cantidad de pesos para pagar esas compras internacionales. Al colocar dichos bienes en el mercado local, pueden obtener mayor ganancia o incluso trasladar al consumidor final ese abaratamiento. Del mismo modo, quienes tienen deudas en dólares encuentran un respiro al abaratarse el costo de esa moneda.