Peñarol derrotó 1-0 a Liverpool, este jueves por la tarde en el Estadio Belvedere, con un solitario gol de Brian Mansilla en las postrimerías del encuentro, que le permite encontrar un respiro en la tabla Anual, para seguir peleando por los lugares de Copa Libertadores.
El aurinegro que ya dejó de competir por la punta de la tabla acumulada, que ve lejos el Clausura por estar a nueve puntos de los líderes, busca en aquello que mencionó el entrenador Leonardo Ramos, acelerar procesos y al mismo tiempo, encontrar resultados, y si es posible rendimiento.
Fue un encuentro conversado, demasiado friccionado y que no contó con correcto discernimiento del árbitro, que sacó más tarjetas por hablar que por infracciones. No se jugó como el local pretendía, y sí como el mirasol, entendía que le convenía jugar.
El partido se terminó de quebrar cuando llegó la expulsión de Axel Prado, bien decretada por Esteban Ostojich a los 69`, al cortar una acción prometedora de gol, cuando se iba rumbo al arco, Sergio Núñez. El sanducero tuvo cuatro chances claras, en tres se lo impidieron y en una decidió mal, pero le cambió la cara al equipo.
Allí, Ramos ganó el duelo de decisiones rápidas ante Jorge Bava. Sacó contención, mandó delanteros y apostó por el partido. Llegó el gol del juvenil Mansilla, cuando la defensa negriazul, que ya había mostrado alguna falencia en la pelota aérea en contra, fue con los grandes y descuidó al ariete aurinegro, que de cabeza, venció a Sebastián Britos.
Mientras tanto, el técnico negriazul debió sacrificar la salida de Rodrigo Rivero que estaba enloqueciendo a la defensa rival, para rearmar la defensa. Vale decir que fue un correcto trabajo de Thiago Vecino en el primer tiempo.
Peñarol se ubica a seis unidades de Liverpool en la Tabla Anual, con partidos pendientes en el devenir del torneo, ante rivales directos como Boston River y River Plate. Aguarda al fin de semana donde se medirá con Cerrito.