Todos jugaron para Peñarol menos Peñarol, y la derrota por 1-0 ante Montevideo City Torque, un equipo que pelea por zafar del descenso, que tuvo más fortaleza y entereza anímica que su rival, denota lo que es un presente triste y nefasto del aurinegro.

Empató Liverpool, perdieron Boston River y River Plate. No había escenario mejor para seguir acortando diferencias en el Clausura y la Anual. No fue así.

Ambos jugaron un pésimo primer tiempo pero Kevin Dawson tuvo que aparecer para que los dirigidos por Leonardo Ramos mantuvieran el cero al cabo de los primeros 45 minutos.

Evidentemente no es problema de Ramos, no fue problema de Larriera. No hay brujos sin yuyos y por más buenos jugadores que se traigan a nivel individual, el fútbol es un deporte colectivo.

Peñarol cada vez juega peor, algún partido gana, pero así llegar a Copa Libertadores de América ya es un premio de loterías y quinielas.

El solitario gol de Nicolás Palavecino en el final de tiempo reglamentario sentenció al local. Torque festeja y se ilusiona con mantener la categoría, en el estreno de Lucas Nardi como entrenador tras la salida de Sebastián Eguren.