La vacunación con Soberana 02 se da en el marco del regreso a las aulas.

Cuba es el primer país del mundo en empezar a vacunar a su población desde los dos años de edad y lo hace con un fármaco producido de forma local, pues el Gobierno de la isla se negó a adquirir vacunas internacionales. La vacunación con Soberana 02 se da en el marco del regreso al curso escolar a partir del lunes 6 de septiembre.

El Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed) dio luz verde al uso en emergencia de este medicamento para inmunizar a la población infantil. Olga Lidia Jacobo, directora de la autoridad reguladora cubana explicó que la aprobación se produce después de un proceso de evaluación «muy riguroso».

En el estudio del Instituto Finlay de Vacunas, que desarrolló el fármaco, estuvieron 350 participantes entre los 3 y los 18 años. Tras los resultados finales, el ente determinó que «conforme a lo dispuesto en las regulaciones y disposiciones vigentes (…) se ha demostrado que (Soberana 02) cumple con los requisitos exigidos en cuanto a calidad, seguridad e inmunogenicidad para este grupo poblacional».

El esquema aplicado en la prueba incluyó dos dosis de Soberana 02 con intervalo de 28 días, además, una dosis adicional de Soberana Plus en el día 56. El medicamento mostró un 91,2% de eficacia contra la enfermedad sintomática en su análisis de la fase III.

Representantes del Ministerio de Salud indicaron que la campaña pediátrica debe finalizar el próximo 15 de noviembre y se realizará de forma «gradual» e «intensiva». La estrategia forma parte de los planes del Gobierno, que busca llegar a noviembre con un 92,6% de la población vacunada. Así lo indicó el Ejecutivo de Miguel Díaz-Canel en un comunicado.

Hasta el momento, alrededor de cuatro millones de cubanos, de un total de 11,2 millones, ya han recibido las tres dosis de Soberana 02 y Soberana Plus como refuerzo.

La Organización Panamericana de la Salud recordó que las vacunas contra el Covid-19 desarrolladas por Cuba no tienen autorización de uso de emergencia de la Organización Mundial de la Salud, por lo que no pueden ser adquiridas por otros países.